La realidad del país, la complejidad de conflictos en el territorio colombiano reflejada en la interacción de personas, comunidades, en sus entidades territoriales, sus diversas necesidades y visiones de país, es uno de los retos fundamentales en la formulación y ejecución de políticas públicas integrales para la paz, entre otras en medio del Conflicto Armado hacia el Post-conflicto, porque requiere que los actores nacionales, regionales y locales que las diseñan e implementan, comprendan las características estructurales del conflicto y las variables determinantes en la ejecución de políticas para la paz.
Dicha diversidad se expresa en diferentes niveles de desarrollo, capacidades institucionales y condiciones sociales y culturales, por lo que es relevante entender las particularidades locales como inicio de la ruta de focalización, diseño e implementación de iniciativas de Paz. Lo anterior requiere pasar de un enfoque sectorial a uno territorial, que permita la construcción coherente de las políticas considerando la articulación del territorio en modelos integrales basados en la dignidad del ser humano, de carácter estratégico, tanto de mediano como de largo plazo.
El reto es identificar las potencialidades, carencias y necesidades reales de los entornos territoriales (comunidad), permitiendo mayores niveles de desarrollo y competitividad desde el ámbito local y regional, fortaleciendo la convivencia y la acción social y comunitaria, la descentralización, motivando las alianzas regionales con diferentes sectores y alineando la gestión pública a las necesidades de los territorios en una Cultura de Convivencia para la Paz.
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